Tercera edad
A medida que envejecemos, nuestras preocupaciones giran entorno a poder disfrutar de nuestros años de jubilación y tener una alta calidad de vida. Más y más personas se están dando cuenta de que no quieren tomar múltiples medicamentos, la mayoría de las personas mayores y muchos se preguntan como van a pagar la subida de los costos de estas pastillas. Muchos están pagando un precio muy alto por su actitud de “si no está roto, no lo arregles”. Los personas mayores («tercera edad», «ancianos») que se encuentran bajo un tratamiento quiropráctico toman menos medicamentos, pueden ser independientes por más tiempo y reducir significativamente las posibilidades de terminar en un hospital o en un asilo de ancianos.
¿Qué puede hacer nuestro tratamiento por un anciano?
Somos para el sistema musculoesquelético lo que los dentistas son para los dientes. Dolor de espalda, cuello y articulaciones; ciática; artritis; y las lesiones deportivas son algunas de las cuestiones comunes que trata la quiropráctica, pero va mucho más allá de eso. Los quiroprácticos son expertos en cómo su sistema nervioso interactúa con el resto de su cuerpo.
Por ejemplo, cuando el cerebro envía señales para decirle a su corazón que bombee sangre o que le diga a sus piernas que caminen, está enviando estas señales a lo largo de la colección de nervios que se extienden por la columna vertebral y por el resto de su cuerpo.
A través de las actividades diarias, las vértebras que corren a lo largo de la columna vertebral pueden desalinearse y pellizcar algunos de los nervios espinal.
Cuando esto sucede, puede causar dolor e interrumpir las señales del cerebro, evitando que su cuerpo responda de manera óptima.
Usando ajustes específicos y otros tratamientos, podemos corregir estas desalineaciones espinales (a veces llamadas subluxaciones) y restablecer la transmisión nerviosa normal, permitiendo que su cuerpo funcione como la máquina perfecta para la que fue diseñado.